Toña Is Seleccionadora Española y campeona mundial sub 17: «Entre un hombre sin experiencia y una mujer con más currículum, en el fútbol pesa más lo primero»

IVÁN ÁLVAREZ

Encargada de guiar a la Selección Española sub 17 hasta la cima, el nombre de Toña Is (Oviedo, 1966) estará siempre ligado a la historia del fútbol nacional por llevar a las vitrinas de la Federación la primera corona mundial femenina. Ese título en Uruguay, culmen de un año en el que conquistó todos los torneos en los que participó, subrayó su rol de pionera. Imantada con el éxito, la FIFA la incluyó este año entre las diez candidatas al ‘The Best’ como mejor entrenadora femenina, otro logro inédito para una exdefensora acostumbrada a pasar al ataque cuando asoma una barrera.
–¿Qué se le vino a la mente cuando vio su nombre entre las candidatas al ‘The Best’?
–Te acuerdas de todo el trabajo que tienes detrás, de los años pasándolo mal y, sobre todo, de la gente que ha estado apoyándote. Cuando me dieron la noticia estaba con mi hija. Me había dejado el móvil en casa y después de volver de la compra vi un montón de mensajes y llamadas perdidas. Pensaba en otra cosa, en que algo grave había pasado. Cuando me di cuenta, me abracé con mi hija, no podía haber persona mejor con la que compartirlo.
–¿Cómo recuerda sus inicios de futbolista?
–Duros. Fui una de las pioneras aquí en Asturias y la primera etapa de mi carrera como futbolista no fue fácil. Llegas con la ilusión de jugar tu primer partido, después de haber entrenado en un ‘prao’ más que un campo, y fue un poco frustrante. Llegamos allí y las porterías estaban hechas con dos palos y una cuerda por encima. Veía que mis hermanos jugaban al fútbol y lo hacían en campos normales, pero tenía tanta ilusión que no pensé en lo malo. Le busqué las cosas positivas.
–¿La victoria en el Mundial es más especial por dar a las niñas las referentes que usted no tuvo en su infancia?
–Aguantamos muchas cosas. Recibíamos insultos de todo tipo y muchas jugadoras dejaron de jugar al fútbol por eso, pero seguimos cuatro valientes con la convicción de que había que tirar para arriba y que no nos tenía por qué quitar de jugar al fútbol el hecho de ser chicas. Estoy muy orgullosa de ser una de esas ‘locas’ valientes en Asturias y ver lo que hay hoy gracias al esfuerzo de esas mujeres que quisimos seguir con esto. Ahora los niñas pueden disfrutar de algo que hemos generado.
–¿Qué visión tiene de la huelga en el fútbol femenino?
–Son trabajadoras y, como todo trabajador, tienen que tener un convenio que regule la situación de esas jugadoras en diferentes momentos de su vida laboral. Ojalá hayan sacado las mejores condiciones para ellas y que puedan disfrutar del fútbol de una manera profesional. Necesitaban ampararse de forma legal, sentir que su trabajo se valora.
–En Francia el Clermont apostó por una entrenadora para su equipo masculino. ¿Es utópico ver un caso igual en España?
–Llegará, pero no sé si la sociedad está todavía preparada para ver a una mujer entrenando a un equipo profesional. Lo que avala a un entrenador es su currículum. Es cuestión de que dé alguien el primer paso, un presidente que decida que va a apostar por una mujer porque tiene un currículum que no lo tiene ningún entrenador. A partir de ahí, estaríamos hablando de un antes y un después de las mujeres entrenadoras. Sobre todo, por el hecho de que valoren el currículum de una mujer igual que el de un hombre.
–El curso de entrenadores no hace distinciones.
–Yo estoy formada para entrenar futbolistas, independientemente del género. He sacado el título con Munitis, con Bodipo, con Tote, con Guti… Algunos ya están entrenando a equipos semiprofesionales y otros ya en Segunda. Entre un hombre sin experiencia y una mujer con un currículum mayor, todavía pesa más el hecho de ser hombre que el currículum todavía.
–¿A largo plazo se ve como seleccionadora absoluta?
–Sería el paso lógico. He estado con todas estas chicas desde pequeñas, las conozco a la perfección. Tiempo al tiempo, voy a estar a disposición de la Federación.