Carmen Alsina Responsable de Comunicación de CaixaBank en Asturias y Castilla y León
CHELO TUYA
Fue concejala de Administración Pública y Hacienda en el Ayuntamiento de Gijón. Pero ayer, no habló de las cuentas municipales, sino de las de CaixaBank, entidad de la que es responsable de comunicación para Asturias y Castilla y León.
Prometió ser breve, pero a Carmen Alsina le puso la pasión en la ponencia. «Es nuestra filosofía de trabajo», dijo. Durante su exposición de los motivos que llevan a CaixaBank a ser una de las entidades más vinculadas con las políticas sociales, «nuestra bandera es la Fundación Bancaria LaCaixa», dejó claro que «nos preocupa mucho la paridad. Es nuestro objetivo».
Uno marcado en el plan estratégico 2015-2018. El documento tiene muchos pilares y uno de ellos es «la diversidad. Favorecer la igualdad en todas las facetas de la empresa». Para ello, las directivas de la compañía son «mentoras de otras empleadas», a las que ayudan a cumplir retos y desarrollar todo su potencial.
Labor que también realizan en colaboración con la Universidad, para que no haya carreras con menor presencia femenina. «Tenemos que lograr la visibilidad de las mujeres y eso se hace desde muchos aspectos diferentes».
47% de créditos a ellas
Como ejemplo, apuntó que «si queremos hacer un anuncio de una bicicleta de montaña, no es lógico utilizar solo a un hombre. Hay que hacerlo con un hombre y una mujer». Como, aseguró, que «hoy a nadie se le ocurre anunciar un plan de pensiones solo con la figura de un hombre. Los planes de pensiones son productos tan demandados por los hombres como por las mujeres. En eso la realidad está cambiando».
Aseveración que también demostró con cifras. «El 47% de nuestros créditos sociales, los que prestamos a las personas que no cuentan con aval, son para mujeres».
Una palabra, la de social, que utilizó en numerosas ocasiones en su discurso. No en vano, recordó Carmen Alsina que CaixaBank no se vio afectada por la crisis del sector. «En lugar de recibir ayudas públicas, nosotros las dimos», apuntó, además de señalar que fue el primer banco en asumir la dación en pago y poner fin a los desahucios por ruina familiar. «Tenemos hoy el mayor parte de vivienda, con 33.500».
Unos pisos en los que, en su mayoría, siguen siendo morada de sus propietarios iniciales. «Nosotros hemos apostado por recibir la vivienda como cancelación de la deuda y, después, ofrecer al cliente continuar viviendo en su casa, con un alquiler social». Unas rentas que llegan, en algunos casos, «a 50 euros al mes. A lo que se puede».
Porque, insistió, el compromiso ético «es nuestra bandera». Tanto que los propios trabajadores son los que proponen proyectos sociales a los que apoyar. «Muchas de las mejoras que se ven en algún barrio están financiadas por la CaixaBank de la esquina».