Mesa Mujeres en los órganos de representación sindical y empresarial: Cristina González, Carmen Escandón, Alicia Álvarez (moderadora),  Sara García y Carmen Moreno

J. M. P.

Son sindicalistas y empresarias, cargos que, por tradición, se asocian más al género masculino. Ellas llevan una media de una década luchando para demostrar que la mujer es igual de capaz que el hombre. Ellas rompieron el techo de cristal, pero aún falta mucho por hacer. Así lo piensa Carmen Moreno, gerente de la Unión de Comerciantes del Principado de Asturias. «Mi objetivo es molestar bastante y hablar mucho para que haya más mujeres», explica, y así, no volver a tener que ser testigo de esa «vergüenza de fotografía» en la que todos los cargos de responsabilidad de la FADE eran hombres, salvo en su caso. Eso sí, matiza que no hay que generalizar porque «hay empresas que llevan la igualdad en su ADN».

Para su tocaya Carmen Escandón «aún estamos en un mundo muy masculinizado, sobre todo si nos vamos a los sectores sindical y empresarial». Aunque también piensa que «estamos en la línea de salida para cambiar las cosas». Poco a poco, la mujer va ganando su lugar. «Los hombres acceden a ciertos cargos con toda la naturalidad del mundo y, en cambio, el alto nivel de exigencia y responsabilidad que tenemos las mujeres es el que hace que nos planteemos si entrar o no», apunta la representante de CC OO Cristina González.

La crisis económica ha jugado, para Sara García, de la Unión Sindical Obrera, un retroceso. «Por su culpa muchas mujeres han tenido que volver a sus casas, ellas son las grandes afectadas de la situación». El tema de la conciliación laboral y familiar entró entonces en debate: «No la habrá hasta que no se entienda esta como un reparto de tareas; no es posible que la mujer siga haciendo lo que ya hacía antes en la casa y con los niños, además de su trabajo», apunta Cristina González.

En lo que todas coincidieron es que la paridad se tiene que ver en las organizaciones que buscan trasladar esta a la sociedad.