Teresa Sanjurjo. Directora de la Fundación Premios Princesa de Asturias

SUSANA BAQUEDANO

En 37 años de actividad y con 400 premiados, solo ha habido 44 mujeres galardonadas (245 han sido hombres y 111 instituciones dirigidas por hombres). Es el balance de la Fundación Princesa de Asturias que ayer expuso su directora, Teresa Sanjurjo, durante la ponencia que ofreció en la jornada ‘Futuro en femenino’. Fue muy clara: «No creemos en la política de cuotas y no vamos a aplicarla nunca». Ahora bien, en su voluntad está intentar corregir este desequilibrio yendo al origen que lo causa. Por ello, desde hace cuatro años esta prestigiosa Fundación está volcada en la misión de atraer candidaturas de mujeres. Y esa labor va dando sus frutos. Así, en 2014, hubo 30 mujeres de 228 candidaturas; 32 de 221 en 2015, y 31 de 234 en 2016, lo que significa una media de un 13%. Y este año han sido 64 las candidaturas de mujeres de un total de 300 aspirantes.

También en los jurados de los Premios Princesa «avanzamos despacio», expuso Sanjurjo. Si en 2016 había 41 mujeres de un total de 156 miembros, en 2017 han sido 38 de 140. También son «pocas» las mujeres que forman parte de los dos Patronatos, el de la Fundación y el de Princesa de Asturias. En cambio, en el equipo de trabajo, existe una paridad absoluta. «Estamos al 50% hombres y mujeres». Y en ello tiene mucho que ver, según valoró, la mentalidad de su presidente, Matías Rodríguez Iniciarte.

Sanjurjo aseguró que la Fundación continuará con sus «políticas activas» para avanzar en igualdad, con medidas como la flexibilidad horaria, la autonomía y la visibilidad de las mujeres que trabajan en ella, y «algún otro paso que vamos a dar, del que informaremos en los próximos días», dijo.

El primer cambio de denominación de los premios y la fundación que los otorga decidido en 2014 y por el que pasaron a llamarse Premios Princesa en lugar de Premios Príncipe «generó discusión», confesó Sanjurjo. «El cambio de nombre parece una cuestión menor y no lo es», destacó.

Respecto a las razones por las que existen escasas candidaturas de mujeres y menos premiadas por este galardón, la presidenta de la Fundación aludió a diversas causas. A su juicio, existe «un problema de cultura», de falta de autopromoción, «porque se autopromocionan mucho más los hombres que las mujeres», y una falta de visibilidad, «porque las redes de contactos son más masculinas». A todo ello se suma que las personas galardonadas son reconocidas generalmente por tener una trayectora e historia detrás, con lo que pertenecen a generaciones dominadas tradicionalmente por el género masculino. Como muestra de ello, afirmó que «conforme baja la edad media de los premiados, hay más mujeres».

Tras referirse a la Fundación que preside y a los premios, Sanjurjo dedicó su ponencia a hacer preguntas que invitaban a la reflexión. «¿Cuántos hombres hay aquí presentes que no pertenezcan a ELCOMERCIO o a la organización del evento?», «¿Somos nosotras las que tienen que cambiar o son los hombres los que tienen que hacerlo? ¿Porqué solo nos preguntan a nosotras si conciliamos? ¿Por qué se habla de conciliación familiar y no de conciliación personal?. ¿La crianza es solo un asunto de mujeres?». Al hilo de esta última cuestión, comentó que se había despertado a las seis de la mañana, porque tiene dos niños y los dos estaban malitos. «He organizado sus medicinas, he hecho la lista de la compra, me he peinado y me he puesto el tacón para venir aquí, con los cupones de descuento de la compra en el bolso. Y tengo la fortuna de tener una persona en casa que nos ayuda, porque mi marido trabaja fuera», confesó.

También con cierta dosis de humor se dirigió a los medios de comunicación. «¿Por qué no se hacen listas de los mejor vestidos y los más guapos?».