Teresa Mallada Presidenta de Hunosa

S. BAQUEDANO

Teresa Mallada fue en su día la primera mujer ingeniero de Minas con responsabilidades en labores de explotación en un pozo de Hunosa, y hoy es la primera mujer que dirige esta empresa estatal. Es consciente de que da un perfil cuando menos singular para hablar de mujer y del mundo laboral. Y ayer lo hizo en la jornada de ‘Futuro en femenino’ de ELCOMERCIO. Es también la presidenta más joven que ha tenido la compañía hullera, pero es su condición de mujer la que sigue siendo noticia en la sociedad actual. Un hecho que aprovechó para advertir que, pese a que han transcurrido más de cien años desde la celebración del primer Día de la Mujer, «aún queda mucho trabajo por hacer» en materia de igualdad.

Durante su ponencia, con vídeo sobre la actividad de Hunosa incluido, echó mano de diversos informes y estadísticas que relevan que, en nuestro país, aún hoy, «las mujeres no disfrutan de las mismas oportunidades: están más castigadas por el desempleo, tienen menos presencia en los órganos directivos de las empresas y tienen salarios más bajos que los varones».

En el caso de Hunosa, se enorgulleció al recordar que son tres las mujeres que integran su consejo de administración, un poco más del 20%. «Estamos por encima de la media, y no podemos olvidar que, desde hace un año, la presidenta de SEPI, mi jefa, también es una mujer».

Mirando hacia otras compañías, destacó que cuatro de cada 20 de las que cotizan en el IBEX aún no tienen mujeres en sus órganos de gobierno. «Hasta hace poco, de los casi 330 consejeros de estas empresas, solo una treintena eran mujeres y, de ellas, más de la mitad no tenían hijos, con lo que queda patente que la conciliación sigue siendo una gran barrera», lamentó.

«Es indiscutible, al menos estadísticamente, que la mujer está sometida a una segregación laboral que se manifiesta de dos formas: una segregación horizontal que supone ver cómo la presencia laboral de la mujer se concentra en ciertos sectores y ocupaciones, y una segregación vertical que nos revela las numerosas barreras que deben superar las mujeres a la hora de acceder a los puestos de trabajo más cualificados y mejor remunerados dentro de sus organizaciones», expuso.

En un tono más personal, Mallada confesó que, en su caso, el género «no ha influido negativamente, incluso puede que me haya favorecido ser mujer al frente de una empresa en un sector tan masculinizado. Es algo que te aporta otra forma de ver y que, al romper algún cliché, te da también cierto factor sorpresa en las negociaciones».

En cualquier caso, la presidenta de Hunosa consideró que «a la larga, nadie va a tener en cuenta si la mujer ha tenido más dificultades para llegar a un puesto de dirección, para sacar adelante una empresa… sino que lo único que quedará serán los resultados que seamos capaces de lograr. La cuestión de género será una anécdota».

Por último, tuvo un recuerdo para las primeras mujeres carboneras, «ejemplo de trabajo, sacrificio, conciliación, diálogo y negociación», que nos abrieron camino hace décadas.