«Mi mayor renuncia fue estar menos tiempo con mis hijos», admite la presidenta del CSIC

AZAHARA VILLACORTA

Rosa Menéndez (Cudillero, 1956) dirige, con pulso firme y afable, el organismo científico más importante de España y será la encargada de inaugurar con su ponencia las jornadas ‘Futuro en femenino’. En ella, la presidenta del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ofrecerá su visión del estado actual de la participación de la mujer en el campo de la ciencia, intercalando algunas pinceladas de su experiencia personal.

–Las chicas aún son minoría en las carreras científicas y en los laboratorios. ¿Qué les diría a las jóvenes?
–Somos minoría en las carreras tecnológicas. En otros ámbitos como el biosanitario, las humanidades y las ciencias sociales, la participación es muy superior. A las jóvenes les diría que las mujeres tenemos las mismas capacidades que los hombres para desarrollar cualquier actividad científica o tecnológica. Es más: yo suelo añadir que incluso disfrutamos de ventajas como pueden ser la constancia y el entusiasmo.

–¿Ha tenido más trabas que sus compañeros varones para llegar hasta donde está?
–Tengo que confesar que no, o por lo menos no he tenido esa percepción. Sin embargo, los números son tozudos e indican que la proporción de mujeres en las escalas más altas de la investigación y la gestión es menor que la de hombres y que esa proporción tarda en equilibrarse más de lo que debiera en función de la incorporación de la mujer al trabajo.

–¿Cómo ha hecho para conciliar una impresionante carrera como investigadora con su vida personal?
–Yo diría que a base de esfuerzo y muchas horas de trabajo. Conté con el apoyo de la familia, lo que me lo facilitó en gran medida. No obstante, no me resultaba sencillo viajar y estar lejos de mis hijos cuando eran pequeños y no tan pequeños. Mi mayor renuncia fue estar menos tiempo con ellos.

–¿Qué mujeres son sus referentes?
–En lo profesional, Rosalind Franklin, porque tuvo una carrera científica muy prolífica en campos muy variados, no fue reconocida y murió muy joven. Debería haber compartido el Premio Nobel de los descubridores del ADN. Sin olvidar a Margarita Salas, que siempre ha sido y es un referente, una auténtica pionera y buena amiga. Y María Zambrano por su espíritu libre.

–El reputado genetista Francisco Ayala, vinculado al organismo que dirige, fue despedido por acoso en EE. UU.
–La política del CSIC es de tolerancia cero frente a situaciones relacionadas con cualquier tipo de acoso. Existen y se aplican mecanismos legales y jurídicos para actuar en situaciones de este tipo.

–Cuentan con un protocolo para evitar casos como ese. ¿Han tenido que aplicarlo?
–El CSIC dispone de protocolos frente a casos de acoso sexual y laboral desde 2013. El primero, afortunadamente, solo ha tenido que ser aplicado en muy contadas ocasiones y el segundo, con mayor frecuencia. En la actualidad, estamos trabajando en un código para la evaluación de riesgos psicosociales.

–Ha dicho: «La ciencia está en riesgo si no se toman medidas». ¿Cuáles?
–Se necesita una mayor inversión en ciencia para continuar siendo competitivos;renovar infraestructura de equipamiento que permita a nuestros grupos seguir siendo líderes en su ámbito de trabajo a nivel internacional;una mayor dotación de plazas que permita reponer jubilaciones y ampliar plantilla; además de mejoras estructurales de algunos laboratorios que faciliten el desempeño de la labor de nuestros investigadores. Y, en suma, tener una institución en la que los jóvenes más talentosos quieran venir a desarrollar sus carreras.

–¿Cómo ve a esta Asturias envejecida y en proceso de descarbonización?
–Los cambios importantes en modelos energéticos y productivos pueden considerarse retos que representan nuevas oportunidades para el desarrollo de la región, y es precisamente en la ciencia y la tecnología donde se puede sustentar esa esperanza. En Asturias, hay buenos grupos de investigación y unidades de transferencia que tienen que ser capaces de atraer y retener a científicos jóvenes y conseguir que los resultados de sus investigaciones lleguen a la industria.

–¿El futuro es femenino?
–El futuro debe pasar por la igualdad para todos los seres humanos, sin ningún tipo de distinción, y ahí va incluido el género. No se puede prescindir del valor que representa el cincuenta por ciento de la población que constituimos las mujeres. Tenemos que ser valientes, dar un paso al frente y contribuir al desarrollo de esta sociedad con todas nuestras capacidades, independientemente del puesto o la actividad que desarrollemos.